Muy poca gente sabe tener sexo como es debido. Ya sea porque crecimos creyendo que la intimidad se resume a una frenética penetración en la oscuridad o porque una relación llega a tal complicidad de pareja que ponemos la pasión en modo automático. Probablemente esto también se deba a que solemos pensar del orgasmo como ese momento culmen del encuentro sexual; consideramos de suma importancia la eyaculación tanto para hombres como para mujeres; sin embargo, nada podría estar más equivocado en nuestro hacer.
Se ha propagado una tendencia a la que llamamos Slow Sex. Éste podría ser considerado el mejor sexo posible en la actualidad; el secreto que hemos guardado por nuestras ambiciones o malentendidos. De manera resumida podemos decir que dicha práctica, como su nombre lo dice, consiste más bien en un ritmo y una manera de llevar las cosas en la cama (o en la cocina, el piso, la sala, etcétera).
El sexo lento consiste en disfrutar un encuentro sin necesidad de buscar la eyaculación o el orgasmo como si se tratara de una carrera olímpica. Para mejores resultados, seas hombre o mujer, revisa los siguientes consejos, pero antes, no olvides usar siempre condón en todas tus relaciones sexuales y un método anticonceptivo de largo plazo si es que no estás buscando embarazarte.
Si eres hombre: Esfuérzate más en el juego previo. Tener sexo no significa una penetración o una masturbación directa.
Si eres mujer: Deja que tu compañero o compañera explore más tu cuerpo. Deja la vergüenza ya.
*Quizá éste sea el punto más importante de toda la lista*
Ambos: Acuerden un encuentro en el que no haya eyaculación u orgasmo de por medio. Experimenten sexo sin placer ordinario.
Ambos: Tomen un tiempo libre entre “rounds” y díganse cosas. Pueden ser muy románticas o muy sucias, no importa; el punto es en no hacerlo como conejos neuróticos.
Hombre: Intenta excitar a tu pareja sin el uso de las manos. Juega con tu respiración, con su cabello, con unas mordidas, etcétera.
Mujer: Propón a tu pareja el uso de juguetes sexuales. No todos involucran la penetración del otro; es más, un vibrador puede causar placer en diversos puntos del cuerpo y ninguno atenta en contra de la hombría o la feminidad de nadie.
Ambos: Jugar con un hielo o con una vela no es sólo una escena del cine, de verdad puede ser muy interesante para una noche de placeres prolongados.
Hombre: Haz algo que los saque de la rutina. A veces poner música de fondo o pensar en el ambiente correcto para la seducción es suficiente.
Ambos: Venden sus ojos y recorran sus cuerpos a tientas. Esto les dará la oportunidad de buscar la excitación sin la obligación de ser actores porno.
Ambos: Prueben nuevas cosas; besar y estimular partes como el ano, los testículos, el perineo, las axilas y demás.
Recuerda que el sexo, así como no siempre significa romance, tampoco debe volverse un ímpetu burdo por la penetración, la eyaculación y el orgasmo rápidos. Si quieres tardarte los clásicos 20 minutos o romper tus propios récords –horas o días–, esa ya es elección tuya; sin embargo, intenta no caer en lo simplista, en lo tradicional, pero sobre todo en lo aburrido y monótono.
Con información de Cultura Colectiva