En Marie Stopes nos gustan mucho las anécdotas e historias de la periodista Guadalupe Camacho. Aquí una sobre cómo si es posible tener un amigo sin ningún tipo de relación sexual.
Recuerdo que un novio decía que mi amigo César no podía ser sólo mi amigo, sino que había algo más entre nosotros. Claro que ese noviazgo no duró, al poco tiempo le dije al susodicho: “voy a abrir una tienda de zapatillas de ballet,” cuando me preguntó: ¿por qué?, respondí: ¡para mandarte de puntitas a la chingada! Y así fue.
Hace poco mi esposo me preguntó: ¿qué onda con César? y yo: ¿de? ¿Recuerdas que te lo presenté allá por el año 2008? Y eso fue todo, ya no dijo ni pío.
César es mi amigo desde hace 31 años y puedo afirmar que sí es posible cultivar una relación entre un hombre —y su pene— y una mujer sin que haya sexo, cachondeo, besos, una “noche de pasión o de copas”, o cualquier otra intención sexual-erótica-carnal.
No obstante, muchas personas no lo creen y aseguran que si un hombre es amistoso con una mujer es porque más adelante le dirá sus “verdaderas intenciones”. Pero se equivocan.
Creo que las mujeres y los hombres podemos ser amigos porque tenemos la misma capacidad de razonamiento, de habilidades laborales, de comunicación y de diálogo. No todo se rige por el sexo, por sabroso que sea.
Con César he llorado de dolor, de alegría, me ha visto en la cima y me ha sacado del hoyo. He brindado a su lado por la vida, por la muerte, por el éxito, por la familia, por la derrota, por ningún motivo y por todos. Hemos visto la luna en la Ciudad de México, en Cancún y debajo los árboles. Ahora, incluso, también es amigo de mi pequeño hijo.
Es un hombre muy noviero, y algunas de sus ex novias han sido y son mis grandes amigas. Por eso creo que la verdadera amistad, chicas y chicos, es posible. Si de pronto se topan en la vida con una persona especial (sin importar si es hombre o mujer,) dense un chance y no se la quieran coger a la menor provocación.
Con información de la periodista Guadalupe Camacho.