“Mi papá nunca le ha pegado a mi mamá”, me dijo un amigo en casa de sus padres, luego de que el padre dijo durante el almuerzo: “si mi mujer no cocina bien, ¡le rompo su madre!”, y todos —el papá, los dos hijos de la mujer, y su sobrino— se rieron a carcajada plena, lo justificaron como chiste, una broma.
Yo me paré de la mesa y dije que esos “chistes” a mi no me gustaban. Cabe indicar que, cerca de los adultos, se encontraban tres niños jugando y seguro escucharon esa “broma”. ¡Qué patética escena!
Al paso de unos minutos, pasé nuevamente por la mesa, donde seguían los comensales haciendo sobremesa. Y el papá se dirigió a mi para que me sentara. ¡Toma asiento! me ordenó. Yo dije que no. Y a partir de allí el señor despotricó contra todo, especialmente contra mi…
Qué incomodidad sentí, así que decidí irme del lugar. Cuando estaba preparando para irme, mi amigo me dijo: “mi papá nunca, nunca, nunca le ha levantado la mano a mi mamá”, decía aliviado. “Fue una broma, así se llevan mis papás”, insistía.
Sí, seguramente así se llevan y se han llevado desde siempre. Sí, seguramente así es la dinámica familiar de ellos y de muchas otros millones de familias en México y en el mundo. Y, entonces, ¿así seguirá? ¿eso es aceptable? ¿hay que aguantar la violencia porque es natural? ¿es normal? ¿es simpática?
Amigos varones y mujeres recuerden que no hace falta pegarle a la mujer para ofenderla, denigrarla, lastimarla y menospreciarla. Puesto que la violencia no solo es física sino que tiene muchos rostros.
Al respecto, las Naciones Unidas afirma que la violencia se da de muchas formas: física, sexual, psicológica y económica, principalmente. Además, estas formas de violencia se interrelacionan y afectan a las mujeres desde el nacimiento hasta la edad adulta.
Por ello, hacer “bromas” contra las mujeres es violencia, restringirle el dinero a ella o a sus hijos es violencia, obligarla a tener relaciones sexuales es violencia (aunque sea su marido, novio o pareja), ofenderla con palabras, con insultos o amenazas es violencia. Decirle que hay mejores personas que ella, o que la mujer sólo sirve para cocinar, cuidar hijos y coger, es violencia.
Incluso, 70 por ciento de las mujeres experimentan violencia en el transcurso de su vida, de acuerdo con Naciones Unidas. Y los papás de mi amigo, han estado casados por más de 40 años ¿entonces? Las bromas y los chistes contra la dignidad de la mujer así han sido durante esas cuatro décadas. Habría que añadirle el tiempo del noviazgo, etapa en la que 7 de cada 10 mujeres también sufre violencia de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
En este sentido, según estadísticas del Banco Mundial, las mujeres de entre 15 a 44 años de edad corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas en su casa que de sufrir cáncer, accidentes vehiculares, estar en una guerra o contagiarse de malaria.
Así, las “bromas”. En Marie Stopes repudiamos cualquier tipo de violencia, dejemos de reírnos y comencemos a hablar de violencia, a ponerle rostro a los “chistes” y tengamos cero tolerancia ante el abuso y las vejaciones contra todas las mujeres de este país.
Con información de Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana