La violencia atraviesa todos los ámbitos, todos los segmentos sociales y se cuela de a poco, inclusive en la pareja; la celotipia patológica, los comentarios burlones y obligarte a tener sexo son conductas violentas.

La violencia en la pareja es mucho más común de lo que se piensa. Muchas personas ocultan su sufrimiento por vergüenza o miedo a la represalia; inclusive, algunos se atribuyen la culpa de la situación de maltrato.

El crecimiento del número de feminicidios es alarmante y contar con información es vital para que puedas apartarte del peligro que entrañan algunas relaciones. Es importante que tengas en cuenta algunas cuestiones:

  • Presta atención a las señales. En la mayoría de los casos de violencia, hay manifestaciones durante la etapa de enamoramiento que aumentan con el transcurso de los meses: burlas, descalificaciones, menosprecio, comentarios despectivos, gritos e insultos. También suceden episodios de violencia corporal, que pueden llegar a convertirse en una escalada: destrozo de objetos, maltrato hacia las mascotas, empujones, rasguños, etc.
  • Detecta el abuso de poder. Quien ejerce la violencia busca remarcar la desigualdad y hacer sentir su supuesta superioridad. La descalificación de la que eres objeto puede ser de índole intelectual, así como comentarios agresivos o burlones acerca de tu aspecto físico, tus ingresos económicos, el control excesivo de los gastos del hogar, actos difamatorios en las redes sociales, entre otros. Detecta estas faltas de respeto y pregúntate por qué quieres estar al lado de quien no te considera un par.
  • Reconoce cuando los celos exceden lo “normal”. Una dosis de celos habla del interés y deseo de conservar al ser amado. Cuando la tensión por este tema se vuelve patológica, él se descarga contigo sin límites y luego se deshace en atenciones y disculpas. Algunas manifestaciones a considerar: se pone violento si sales con amigas o compañeros de trabajo; revisa tu teléfono, mails o redes sociales; te obliga a cambiarte de ropa, acusándote de vestirte para provocar. ¿Sientes necesidad de dar explicaciones o pedir disculpas por conductas que no has tenido? Luz roja. Pide ayuda urgente para salirte de ese vínculo.
  • Toma conciencia que la indiferencia puede ser agresión. La utilización del silencio como una forma de penalización, el no registro de tus necesidades, la falta de escucha y el rechazo sistemático a tus manifestaciones de afecto son expresiones solapadas de violencia. Hacerte sentir que no existes es una de las maneras más crueles de desprecio.
  • No caigas en sus redes de la seducción. El hombre violento suele pasar de tener conductas temibles a deshacerse en muestras de amor; es la manera en que cree reparar el daño causado. Del cielo al infierno y del infierno al cielo. Es importante que entiendas que esos momentos ‘hollywoodenses’ de regalos y halagos no significan un cambio de base en la conducta; tarde o temprano, volverá al ataque.
  • No tengas intimidad si no lo deseas. Nadie tiene derecho a ejercer control sobre tu cuerpo; de ninguna manera accedas al intercambio sexual si no quieres realizar actividades que te resulten desagradables o dolorosas. La violaciónes la manifestación más extrema de esta coerción. Denuncia al agresor de manera inmediata a las autoridades policiales.

La violencia atraviesa todos los ámbitos, todos los segmentos sociales y se cuela de a poco. Puede terminar en la muerte. Estar atento a las sutiles formas de maltrato es clave. ¿Te sientes paralizada? ¿Crees que debes quedarte en esa pareja para ayudarlo? Nadie cambia a nadie y mucho menos a una persona violenta.

Si no encuentras la manera de salirte de una relación peligrosa, pide ayuda profesional urgente. El agresor actúa gradualmente hasta despojarte de tu autoestima, seguridad y poder de decisión. Recuerda que no tienes responsabilidad alguna en lo que está ocurriendo aunque él haga lo posible por hacerte creer que es así.

Ten siempre a mano:

  • Teléfonos y direcciones de los lugares en los que puedes denunciar la violencia de género en tu lugar de residencia.
  • Documentación personal (y de tus hijos).
  • Llaves.
  • Algo de dinero y un celular.

Si requieres de pláticas para empoderar a los jóvenes contra la violencia en el noviazgo, escribe a educacion@64.227.93.217 Todas las pláticas que proporcionamos en Marie Stopes son gratuitas pues con ellas se busca empoderar a los jóvenes sobre sus derechos sexuales y reproductivos, además de evitar las relaciones violentas.

Con información de Antes de Eva 

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