La palabra aborto…¡aborto! ABORTO. A nadie le gusta, pues causa comezón. Algunos apenas la escuchan y se les cierra la mente. Otros la oyen y creen que es sinónimo de asesinato. Muchos más trabajan en empresas u organizaciones que practican abortos legales y no pueden conversar abiertamente, como otros, de lo que hacen durante su jornada laboral.
Sin embargo, el aborto vive entre nosotr@s, es constante, ocurre día y noche, sucede en contextos de riqueza, pero también de pobreza. Yo aborté, tú abortaste, ella aborta; es un verbo en presente, en pasado y en futuro.
No obstante, la palabra aborto no la inventó la mujer, pero ¡cómo la sufre! Según un diccionario etimológico, aborto viene del latín abortus, formada del prefijo ab- (privación, separación del exterior de un límite) y ortus (nacimiento) entonces la entendemos como privación de nacimiento. Pero el aborto no es privación es una liberación. ¡La mujer tiene que ser libre y ejercer su derecho a decidir! nos guste a o no.
A su vez, el aborto es una palabra que no se utiliza en diversas zonas de nuestro país. Por ejemplo, algunas mujeres indígenas hacen uso de otras palabras y frases para hacer referencia al acto. “Voy a ayudarte a bajar la regla”, “te apoyaré a regular tu ciclo”, “buscaremos normalizar tu periodo”… ejemplos hay muchos y cuando las personas escuchan estas frases bajan su estrés frente al proceso.
Las mujeres parteras, que también hacen procesos de aborto desde hace cientos de años, les han enseñado a los doctores de hoy que hay diversas formas de nombrar al aborto. ¿Para qué? no para ocultarlo, tampoco para negarlo, pues está allí.
Así, al utilizar otras palabras para nombrar al aborto abre los caminos para acceder a él. Por ello, la mujer puede acercarse a la “interrupción legal del embarazo”, puede “regular su regla”, puede “perder un proceso de gestación”, puede “abortar” porque ella así lo desea.
Entonces, cambiemos el discurso, busquemos narrativas positivas que le den a las mujeres el poder de mejorar su vida y cumplir sus metas.
Con información de Guadalupe Camacho, académica y periodista mexicana