Un promedio de dos poblanas acuden cada semana a realizarse un aborto a la Ciudad de México, así se indica en el Sistema de Información de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) del gobierno de la capital del país al corte del 27 de julio de este año.
Al paso de una década, desde que se despenalizó esta práctica en la Ciudad de México, se han realizado 181 mil 168 procedimientos, de los cuales mil 74 han sido de mujeres originarias de Puebla.
Por esta cifra la entidad ocupa el tercer lugar nacional, después de la misma capital y el estado de México; luego de Puebla están Hidalgo y Morelos.
De acuerdo con la misma información, la gran mayoría de las mujeres que interrumpen el embarazo tienen formación educativa de preparatoria, con edades entre 18 y 24 años, dedicadas al hogar, estudiantes o empleadas.
53.3 por ciento de las mujeres que se han presentado a realizarse esta practica manifestaron estar solteras, 28.1 por ciento en una relación de unión libre, 14.1 casadas y 3.2 por ciento divorciadas.
En tanto que los procedimientos que se ha utilizado para abortar son: medicamentos, 75 por ciento; aspiración y 22 por ciento.
En la Ciudad de México hay 13 clínicas de Salud Sexual y Reproductiva que brindan el servicio gratuito de la interrupción legal, y diversas clínicas privadas como las de Marie Stopes, que tiene 11 clínicas en distintas ubicaciones. No importa sí la mujer embarazada es originaria de otro estado de la República, únicamente se solicitan sus datos y es así como se obtiene la información.
Los únicos requisitos que se requieren para pacientes que no son originarios de la capital es una identificación oficial.
Vale la pena señalar que, a diferencia de la Ciudad de México, en Puebla la ley no permite la interrupción legal del embarazo salvo en cuatro casos específicos.
El primer caso, que se aplica en todo el país, es por violación. También está legalmente permitido cuando la mujer embarazada corra peligro de muerte a juicio del médico que la asiste siempre y cuando se cuente con un segundo dictamen médico.
La tercera circunstancia que evitaría que una mujer en Puebla llegue a la cárcel tras la interrupción legal del embarazo, es que el aborto sea causado solo por imprudencia de la mujer embarazada.
El último considerando es cuando la interrupción del embarazo se deba a causas “eugenésicas”, que quiere decir enfermedades o deficiencias congénitas graves.
Vale la pena señalar que la última vez que se analizó una iniciativa relacionada con el aborto en Puebla fue a finales de 2011, cuando el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas propuso que las mujeres tuvieran un tratamiento médico integral en libertad.
Con información de La Jornada de Oriente