En el mundo de la anticoncepción existen diversos métodos que permiten evitar un embarazo, y ninguno ha tenido tanta evolución como el DIU, que tuvo como sus antepasados las semillas, el estiércol e incluso algunas piedras. Sí, leíste bien, piedras y heces fecales.
Hombres y mujeres buscaban colocar “algo” dentro del útero pues se dieron cuenta que allí era la zona ideal para evitar un embarazo. Las infecciones eran graves y las consecuencias peores. Al paso del tiempo se inventaron los llamados pesarios, que eran una especie de canicas elaboradas —para las mujeres ricas— de oro o plata, para las pobres de cobre.
Y fue justamente que los médicos de ese entonces, observaron que el cobre era excelente y en el transcurso de los años, se fueron perfeccionando (de canicas pararon a T) esos objetos y se les denominó dispositivos intra interinos (DIU).
En América Latina, el bisabuelo de los DIU que hoy utilizamos se llamó el “anillo de Zipper”, desarrollado en 1959 en Chile por el científico Jaime Zipper Abragan, quien en 1970 presentó la “T de cobre”, y fue el doctor Jack Lippes, quien le añadió dos hebras de nylon para sacar el DIU más efectivamente (la recomendación fue hecha por Zipper) y a partir de entonces ya no nos metemos piedras en el útero.
Llegan los DIU hormonales o SIU
En México se comercializan dos tipos de DIU hormonales el Mirena y el Kyleena, ambos contienen levonorgestrel, “hormona que se libera en microdosis y solo actúa dentro del útero, de forma local, no son como las pastillas que se ingieren, llegan al estómago y de allí al torrente sanguíneo.
Los DIU hormonales una vez colocados tienen una efectividad del 99% y pueden quedarse dentro del útero por cinco años seguidos”, explica la ginecóloga Erika Torres, quien afirma que: los DIU hormonales hoy se conocen como SIU sistema intrauterino puesto que su poder de acción va más allá de la anticoncepción.
Mirena
Tiene tres indicaciones aprobadas en México:
PRIMERA. Se utiliza como anticoncepción de larga duración, su efectividad es tanta que hoy en día es equiparable a la cirugía de la oclusión tubárica pero reversible. Dura cinco años.
SEGUNDA. Está indicado para el tratamiento del sangrado menstrual abundante (SMA) en mujeres que tienen entre 15 a 49 años de edad. Al colocarse dentro del útero, tiene una acción directa contra el endometrio muy crecido, evita que salgan coágulos muy grandes y que haya hemorragias intensas: que la mujer se cambia la toalla, la copa o el tampón cada dos horas, que utilice toallas nocturnas en la noche, o que se manche constantemente la ropa.
TERCERA. Se usa como tratamiento de terapia de reemplazo hormonal en mujeres durante su climaterio.
Mirena contiene 52 miligramos de hormona que la va liberando progresivamente en microdosis, ello permite que en la anticoncepción:
- Haga el flujo (moco cervical) más denso y los espermatozoides no puedan llegar al óvulo fácilmente.
- Inhiba la motilidad y función del esperma dentro del útero y de las trompas de Falopio, esto evita la fertilización.
- Previene el crecimiento endometrial.
Kyleena
Este SIU tiene apenas 19.5 miligramos de la hormona levonorgestrel y es 6 milímetros más pequeño que Mirena, por ello, es ideal para mujeres que no han tenido hijos aún y que no quieren hacerlo por los próximos cinco años.
1. Es ideal para cavidades más pequeñas o cérvix que no han sido dilatados como el de las mujeres que no han tenido hijos.
2. Cuenta con el cuerpo en T más pequeño y emplea el tubo de inserción más delgado disponible en el mercado.
3. Brinda una anticoncepción altamente efectiva hasta por cinco años, sin importar la edad y la paridad de la mujer.
5. Su eficacia no depende de una rutina anticonceptiva diaria.
6. Actúa principalmente a nivel local y no contiene estrógenos.
7. Tiene un impacto menor sobre el patrón de sangrado (tus menstruaciones serán menos intensas en tiempo y cantidad).
Ambos SIU se pueden retirar antes de los cinco años, a los dos, tres o esperar hasta que cumpla con su vida útil de más mil ochocientos días cinco consecutivos. Y tanto Mirena como Kyleena pueden utilizarse:
- Durante la lactancia.
- Después de un aborto.
- Durante el postparto.
- Cuando no se han tenido hijos.
- Porque estás insatisfecha con tu método anticonceptivo actual.
Efectos secundarios
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, en el caso de los SIU puedes tener cambios (especialmente durante los primeros tres meses) en la cantidad de sangrado durante la menstruación, después se regula.
Es posible que tu pareja sienta las hebras que se quedan para ser extraído el SIU, pero el malestar no será permanente ni grave. Es necesario que cada año acudas con tu médico para revisar que tu SIU no se mueva de su sitio.
Por Guadalupe Camacho, @Lupichick, periodista y académica mexicana