Las sábanas estaban en el suelo, el calor de la habitación empañó los cristales y la fuerte respiración de un hombre se escuchaba al otro lado de la cama; no pasaron ni cinco minutos cuando él ya estaba al borde del éxtasis. Me quedé pasmada bajo su figura, pegajosa por su sudor y con un deseo sexual incontrolable, pero al parecer el macho alfa había terminado y no había nada qué hacer para apagar el fuego entre mis piernas.
Y es que, debemos admitir, las habilidades sexuales de algunos hombres son una bendición cuando saben aplicarlas a la perfección, pero a veces cometen errores que para ellos pueden ser muy placenteros, pero pueden dejar a su pareja deseosas y desnudas sobre la cama.
La sexualidad es un tema complicado, pues el placer depende de los gustos y necesidades de cada personas y se necesita de comunicación y entendimiento para llenar de placer a nuestra pareja, pero existen momentos en los que hasta los más experimentados en la cama pasan por alto algunos factores que son de gran importancia para hacernos gritar de placer.
Apresurar el sexo, hacerlo demasiado duro y no darle el tiempo debido a la mujer para llegar al orgasmo son algunos de los errores que pueden llegar a cometer cuando dejan de pensar con el cerebro y sólo hacen caso a su otra cabeza. No se espanten, esto no quiere decir que lo hacen todo mal, sólo significa que las mujeres actuamos y sentimos diferente; por lo tanto, necesitamos cosas distintas a ustedes para alcanzar el orgasmo.
Estos errores pueden hacer del sexo una de las peores experiencias para la mujer, así que para que puedas hacer gozar a tu pareja, te dejo 34 errores que suelen cometer los hombres a la hora del sexo y están matando la pasión:
Olvidar el juego de la seducción
Hombres: las mujeres necesitamos de un juego previo para estar listas, entiéndanlo. Puede que ustedes se exciten fácilmente, pero nosotras requerimos de unos cuantos besos y caricias para poder elevar la temperatura antes de lanzarnos de lleno al sexo. Muchos hombres tienden a intentarlo todo desde el primer instante y esto resulta incómoda para la mujer.
Dar besos demasiado bruscos
Si algo debe existir en el sexo es la intensidad, pero hay una línea muy delgada entre ser pasionales y ser intensos al punto de lastimarnos. No pedimos que los besos sean delicados pero tampoco queremos que nos devoren la boca como si se tratara de su última comida. Entre los dientes, la barba y las mordidas, los besos bruscos pueden llegar a ser muy incómodos, e incluso apagar el fuego.
Acariciar las zonas erógenas de forma impaciente
Sabemos que mueren por el sexo, la simple idea de pensarlo los hace perder la cabeza y a nosotras también, pero las mujeres somos y seremos siempre más complicadas, y para darnos placer no bastan un par de caricias. Deben tener cuidado con nuestras zonas erógenas, pues si nos tocan con demasiada prisa, más allá de hacernos tocar el cielo: nos provocarán un dolor que durará por días.
No darle importancia a las caricias
Si disfrutamos del juego previo, claro que disfrutamos de que recorran nuestro cuerpo con sus manos. Hay algo muy excitante acerca de un par de manos masculinas acariciando nuestra piel, así que la próxima ves que estén en la cama, piensen que un poco de ternura no nos caería nada mal para darle rienda suelta a las bajas pasiones.
No ver el cuerpo como un todo
Sabemos que los pechos y nalgas de una mujer son protagonistas de sus sueños más húmedos y al tenerlos en frente no pueden evitar perderse en ellos, pero la verdad es que existen muchas partes del cuerpo de una mujer que pueden tocar para hacernos sentir lo que nadie, no se concentren sólo en esas dos zonas y denle amor a cada centímetro de nuestras sensuales curvas.
Morder con demasiada fuerza
Entre los besos, las caricias y la pasión que se enciende durante el sexo, una cosa va llevando a la otra y de pronto nos encontramos mordiendo e incluso lastimando. No digo que las mordidas en los labios no son sexys, son muy excitantes, pero una cosa es un mordisco travieso y otra es encajar los dientes en alguna parte del cuerpo. Cuando estén muy excitados, busquen morder una almohada antes de lastimar a su pareja.
Dejar marcas en el cuerpo
Ésta va de la mano con la anterior, claro que a veces nos dejamos llevar tanto por la emoción del sexo que no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo, y aunque un par de rasguños pueden llegar a ser un sexy recuerdo de la noche pasional, tampoco queremos llegar con chupetones y moretones de tanta actividad. Tanto ustedes como nosotras debemos tener cuidado de no terminar lastimando a nuestra pareja.
Presionar la excitación
Si te encuentras ansioso y no puedes esperar para tener sexo, dale un poco de calma, pues si ella no está excitada se puede dar por vencida. Si meten la mano en nuestra ropa interior antes de tiempo, a veces llegamos a sentir incómodas y esto hará que tardemos más en excitarnos. No olviden… juego previo.
Dejar el condón tirado por ahí
Ok, ya pasó lo que tenía que pasar, el sexo fue maravilloso y su cuerpo no da para más, sólo, por favor, hagan un último esfuerzo y tiren el condón donde no podamos verlos, no sólo es desagradable, también quiere decir que no son higiénicos; además, a ninguna mujer le gustaría pasearse por al recámara para tropezarse con lo que parece un globito de la fiesta que acaban de disfrutar.
Lanzarse directamente al clítoris
Aunque éste sí es uno de nuestros puntos más sensibles, existen otros lugares alrededor con los que se pueden entretener antes de llegar al clítoris. Esto no sólo hará que deseamos con mayor intensidad que continúen tocándonos, también logrará que lleguemos a un orgasmo más intenso después de tanto esperar.
Detenerte antes de tiempo
Ustedes hacen mucho del trabajo pero hay momentos en los que estamos a punto de tocar el cielo y de pronto… ustedes se detienen. Por favor no lo hagan, no sólo nos darán un bajón de libido tremendo, también puede que después no queramos tener más sexo. Déjenos disfrutar de esa posición que puede que no sea su favorita pero que nos hace sentir cosas inimaginables.
Esperar que ella se depile para ti
Esta es una difícil, muchos hombres se sorprende cuando se topan con una amiguita un poco despeinada, pero cada mujer tiene sus razones para depilar o no sus zonas íntimas y esto no debería ser un factor negativo para ningún hombre.
Introducir los dedos o el pene en su vagina antes de que ella se encuentre lista
Como ya mencioné unas cinco veces antes, la mujer tarda mucho más tiempo en excitarse y por ende en lubricar, así que si introduces tus dedos o pene en la vagina antes de que ésta se encuentre lista, puede que lastimes su zona íntima dejándola sin ganas de sexo y con un terrible dolor.
Elevar la temperatura sin saber si ella lo desea
A veces, ver una película abrazados puede que los incite a convertir la noche en un momento de pasión, pero a veces solo queremos ver películas o abrazarlos o platicar, así que antes de intentar algo más, asegúrense de que es lo que deseamos.
No querer recibir ayudar
A veces, con tanta euforia, puede que se les vaya la onda y se equivoquen en algunas cosas, no tengan miedo de pedir ayuda o dejarnos guiarlos, créanme: preferimos decirles cómo hacerlo a sufrir por un sexo que no nos gusta. No nos causa conflicto ayudarles, al final es para hacernos sentir bien… no se espanten.
Penetrar con demasiada fuerza desde el inicio
Sí, llegará un punto en el sexo en le que desearemos todo más rápido y más fuerte, pero en el inicio no pasa nada si disfrutamos un poco del momento para después dejar que las cosas vayan hacia donde sea más placentero.
Eyacular demasiado rápido
Quizá es algo que no se puede controlar en algunos casos, pero a veces, cuando eyaculan, representa que el sexo ha terminado y nos deja deseosas de tener un orgasmo, así que no se apresuren con sus posiciones favoritas y dejen que disfrutemos un poquito más, nosotras no alcanzamos un orgasmo tan fácil.
Ignorar a tu pareja después del sexo
No importa si es sexo ocasional o si son una pareja profundamente enamorada, para la mujer, el sexo representa muchas cosas y el ignorarnos después de éste puede hacernos sentir usadas y poco valoradas. La próxima vez que tengan sexo no olviden abrazamos un poco, tampoco queremos la plática más intensa, basta con un abrazo para hacernos saber que disfrutaron de compartir ese momento con nosotros.
No darle sexo oral
El sexo oral es quizá más placentero para nosotras y a veces pareciera que ustedes no lo desean, si es por el olor o el sabor existen muchos métodos como el chocolate y la crema chantillí para hacerlo más delicioso y entonces poder darnos una noche de verdadero placer.
Forzar la cabeza de tu chica mientras te da sexo oral
Lo entendemos, el sexo oral no es lo mismo que introducir el pene una vagina y a veces no se siente igual, pero la verdad es que forzar la cabeza de tu pareja cuando estimula a tu amiguito puede hacerla sentir realmente incómoda y deseosa de levantarse.
Eyacular en su boca sin preguntarle
Este es un tema muy delicado, hay mujeres que disfrutan de la eyaculación en su boca y a otras les parece demasiado grotesco o pornográfico, no importa cuál sea el caso de tu pareja, asegúrate siempre de que ella lo desea tanto como tú… no vas a quererla dejar asqueada y con ganas de vomitar.
Mencionar que has tenido mejores amantes
Ninguno de los dos debería hablar de sus otras parejas sexuales, no importa si han tenido el mejor sexo de la vida con alguien más, por respeto dejen de lado su hombría y pretendan que fue la mejor noche aunque no sea cierto, y si lo fue háganos saber, nos gustar ver cómo disfrutaron del sexo con nosotras.
Proponer un trío
Puede que para muchas mujeres el sexo sea algo íntimo y de valor, y compartirlo con otra mujer puede ser demasiado, incluso puede que ella se sienta poco deseada así que ten cuidado con tus fantasías y prueba el terreno antes de lanzar la idea.
Caer en la rutina sexual
No porque tengamos una posición favorita quiere decir que queremos el sexo siempre igual, está bien si de vez en cuando nos sorprenden con una nueva locación, posiciones e incluso juegos sexuales. El punto del sexo es divertirnos y qué mejor forma de hacerlo que variarle a las reglas del juego.
Grabar el sexo sin permiso
No conocemos sus intenciones más oscuras y a veces da miedo que tenga un video en pleno acto sexual. Para muchas mujeres esto va a representar un factor de inhibición, así que no llegues y prepares tu cámara, mejor pregúntale si tendría la confianza de vivir esa experiencia contigo y permítele poner sus reglas por seguridad.
Esperar que ella haga todo el trabajo
Aunque la mayoría del tiempo son ustedes los que hacen el mayor esfuerzo, hay muchos hombres que esperan a que la mujer les de placer, el juego sexual es de dos y los deben poner un poco de su imaginación para hacer disfrutar al otro. No pretendas que ella sea la única que baile y haga cosas, a nosotras también nos gustan los juegos.
Penetrar el ano “sin querer”
Alto. Detente. Prohibido. Escuchen las señales la próxima vez que intenten entrar por la puerta trasera, el ano es una zona sumamente delicada y si lo hacen bruscamente pueden causar un dolor insoportable, así que si vas a lanzarte a la guerra sin fusil, mejor pregunten y platiquen antes con su pareja para ver cuál es la mejor opción.
Perder el romance
No importa si lo suyo es un sexo casual o si van a hacer el amor apasionadamente: las velas, el vino y la luz tenue son factores que pueden hacer del sexo un momento mucho más pasional dejando a las dos partes satisfechas, así que no por ser algo sin compromiso permitas que se convierta en un acto cualquiera.
Intentar recrear una película pornográfica
Ya sabemos que les encanta el porno, y qué bueno, lo disfrutan en sus momentos íntimos pero qué terror cuando creen que lo que ven en la pantalla puede llevarse a la realidad, pues en vez de hacernos disfrutar, simplemente será una terrible noche en la que nos harán darnos cuenta que ni ustedes ni nosotras somos actores para atrevernos a las más locas experiencias sexuales.
Dar nalgadas muy fuertes
Habrá a la que le gusten unas buenas nalgadas, habrá a quien le aterre el simple hecho de que la toques con demasiada fuerza. Antes de lanzarte a las provocativas nalgadas, golpea suavemente su hermoso trasero para ver cómo responde, si le gusta: adelante, si no: olvídalo, nadie quiere vivir un sexo con golpes.
Criticar sus movimientos en la cama
Puede que sea la primera vez que se encuentran o que ya sean varios sus momentos sexuales, pero ni una ni otra les da derecho a criticar lo bien o mal que hacemos durante el sexo. Si necesitas que cambiemos de táctica o te gustaría que intentáramos algo diferente puedes decirlo sutilmente, jamás agrediendo.
Rociar de semen su cuerpo
Puede que esto suene como la perfecta escena sexual… pero de una película porno. Recuerden, hombres, que esta es la realidad y a muchas mujeres les parece grotesco o una falta de respeto que embarren su cuerpo con el semen; mejor evítense las escenas exageradas y concéntrense en hacernos disfrutar.
Dejar que todo tu peso caiga sobre ella
Nos encanta tenerlos arriba, verlos disfrutar es casi lo mismo que un orgasmo, pero nunca si estamos al borde de morir asfixiadas. Ustedes pesan más que notras y el hecho de que dejen todo su peso sobre nuestro cuerpo no nos permitirá disfrutar y puede llegar a lastimarnos, así que hagan un poco de brazo, levanten el cuerpo y déjenos ver como disfrutan el sexo.
Usar un lenguaje fuera de lugar
Sí, las palabras sucias son muy excitantes, el lenguaje adecuado puede elevar la temperatura en un instante y llevarlo de un sexo romántico a la noche más salvaje, pero no es lo mismo unas cuantas palabras fuertes que pasarte de la raya y decirnos de todo. Si van a intentar esta táctica sólo intenten no verse vulgares o groseros, puede que nos falten al respeto.
Hacerla sentir como objeto sexual
No pasa nada si cambiamos de posición, decimos palabras sucias e intensificamos la pasión del sexo pero tengan cuidado, pues a veces se concentran tanto en su placer que pareciera que sólo existimos para complacerlos, déjenos tener el control algunas veces y jamás nos impongan algo que no queremos hacer si no nos sentiremos un simple objeto sexual.
Y no olviden, la clave para el sexo perfecto es la comunicación, hablen de lo que les gusta, lo que quisieran intentar y lo que jamás van a hacer, sólo así llegarán a un punto en común y uno nunca sabe, quizás encuentran a una mujer decidida a cumplir todas y cada una de sus fantasías sexuales pero, por favor hombres: no se equivoquen.
Con información de Cultura Colectiva