El clítoris es un tejido cuya única función, hasta ahora conocida, es dar placer sexual a las mujeres. Forma parte de los genitales femeninos y sólo el glande (sí escribí glande, así como el masculino) es que el que asoma por fuera y puede verse, tocarse, olerse, chuparse… estimularse.

Sin embargo, es un arte estimular el glande del clítoris, porque algunos varones piensan que con tocarlo y estar pegado a él, cual timbre de la esquina, es suficiente para generar placer. ¡No señores!

El clítoris es diferente en todas las mujeres, algunos son más grandes que otros, más oscuros que otros, más sensibles que otros. Es como el pene del varón, todos son distintos. Y también se estimulan de diferente manera, es como cuando a un hombre le gustan los movimientos rápidos y frecuentes en su pene, pero hay otros a los que les gustan más bien movimientos largos y pausados.

Hace poco una amiga me dijo que su pareja siempre terminaba estimulando el clítoris de tal forma que le daban ganas de orinar. Y esa es una situación común. Para evitarlo las recomendaciones son las siguientes:

  1. Encontrar el clítoris y observarlo claramente, si no es posible observarlo (porque es de noche, no traes tus lentes o tu pareja no tiene ganas que le mires allá abajo) debes localizarlo con los dedos y sentir qué tan grande o pequeño es.
  2. Después preguntar a tu pareja si quiere que lo estimules. No solo llegues y metas la mano o la lengua. También pregunta cómo le gusta que se lo estimules. Algunas chicas les enseñamos con nuestros propios dedos o los dedos de la pareja cómo nos late.
  3. Después lubrica la zona, con gel o saliva, porque no puedes comenzar a acariciarlo así en bruto, ya que puede ser doloroso.
  4. Comienza con movimientos suaves y circulares, o de arriba para abajo. Y hazlo firmemente, usa las yemas de tus dedos.
  5. A medida que tu pareja lo pida, sube la intensidad de los movimientos, y con el resto de los dedos puedes ir penetrando a tu pareja, o usa un dildo o vibrador.
  6. Si estás utilizando la lengua, por favor no la muevas como serpiente a punto de morir, chicoteando de un lado para otro, porque eso en lugar de calentar, enfría y lastima la zona.
  7. En lugar de utilizar la punta de la lengua (que eso sólo se ve en los actores porno) dura y tosca, emplea toda tu lengua, como si estuvieras lamiendo un helado (de arriba para abajo).
  8. Dale tiempo al clítoris, no sólo porque lo toques darás un orgasmo. Necesitas tener paciencia, cambiar el ritmo más lento y a veces un poco más rápido.
  9. Pregunta a tu pareja sí así le gusta. Para saber si lo estás haciendo bien, notarás que tu chica está húmeda, mojada y el clítoris se agranda.
  10. Para dar un orgasmo con sexo oral es complicado, no te saldrá fácil a la primera. Hay que practicar y si logras hacerlo verás que tu chica comienza a sentir contracciones o pulsaciones. En algunos casos incluso las podrás ver.
  11. Si tu intención es estimular a tu pareja antes de penetrarla, además de hacerle sexo oral también puedes con tus dedos estimular sus pezones, boca, lengua o piernas.
  12. El clítoris es una gran zona erógena, pero no olvides el resto del cuerpo. Comienza una sesión de sexo con caricias: cuello, espalda, vientre, piernas, pezones, clítoris, dedos de pies o manos. En fin, que la piel humana tiene 2 metros cuadrados aproximadamente y el clítoris erecto llega de 5 milímetros hasta los 15 milímetros.

Recuerda usar un método anticonceptivo de largo plazo si es que no estás buscando embarazarte.

Con información de la periodista Guadalupe Camacho.

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