En el momento en el que decidí experimentar con un DIU de cobre, mi vida cambió para bien.

Desde muy joven había sufrido algunos de los efectos secundarios que pueden producir los métodos anticonceptivos hormonales: acné, cambios anímicos, nauseas, entre muchos otros.

Así que un día lo comenté con una amiga ginecóloga quien me presentó las ventajas y desventajas de los DIU y me dio unos días pensarlo. Creo que siempre es importante contar con la ayuda de un profesional antes de cambiar de método de anticoncepción ya que cada organismo es diferente y automedicarse puede causar molestias y peligros, como un embarazo no deseado.

La semana siguiente, en el segundo día de mi periodo, fui al consultorio para la inserción del dispositivo. No lo negaré, aunque puede ser un poco doloroso, no dura más de 3 o 4 segundos; se siente una punzada y un cólico fuerte. Después me fui a casa, usé una bolsa caliente en el vientre por unas cuantas horas y luego de una siesta ¡como nueva!

Seguí mi vida con normalidad, sintiéndome muy protegida y sin la preocupación diaria de olvidar las pastillas o de sentirme con nauseas al despertar.

Para mí el DIU es uno de los mejores anticonceptivos. En ocasiones hay doctores que no lo recomiendan para mujeres que no hemos tenido hijos, pero eso es falso; es un método seguro, confiable y que no requiere muchos cuidados. Además, como puedes tenerlo por varios años, es una inversión que vale la pena.

Mujeres, tenemos que ponernos a cargo de nuestros cuerpos, ¡es nuestra responsabilidad!

Si no quieres quedar en embarazo y quieres una protección confiable y a largo plazo, puede que el DIU sea la opción para ti.

Jul

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