Évelyn Beatriz fue acusada de “homicidio agravado”; su caso es un “ejemplo aterrador” de “ley retrógrada», señala Amnistía Internacional.
Évelyn Beatriz Hernández fue condenada a 30 años de prisión en El Salvador por “homicidio agravado” luego de haber abortado el producto de una violación por complicaciones en el embarazo, decisión que fue reprobada por Amnistía Internacional.
La joven fue ingresada en un centro de salud de Cojutepeque, al norte de San Salvador, el 6 de abril de 2016, luego de haber dado a luz en el excusado y desmayarse en su casa por complicaciones en el parto.
Évelyn, quien era menor de edad en ese momento, había sido violada en repetidas ocasiones durante una relación forzada con un miembro de una pandilla y desconocía que había quedado embarazada, de acuerdo con el diario The Guardian.
En el juicio en contra de Hernández, la jueza dictaminó que la joven no había tenido cuidados prenatales deliberadamente y que arrojó el feto al excusado para matarlo.
Los expertos médicos no pudieron determinar si el feto murió en el útero o en los momentos posteriores al aborto.
Morena Herrera, directora de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, dijo que el veredicto “muestra que la justicia en El Salvador es aplicada sin prueba directa ni evidencia suficiente“.
El Salvador es uno de los cinco países del mundo en los que el aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia y decenas de mujeres han ido a la cárcel luego de sufrir complicaciones en la gestación.
En México el aborto por decisión de la mujer es legal solo en la CDMX hasta la semana 12 de gestación, cualquier mujer de cualquier estado o país puede acudir a la CDMX por una interrupción legal del embarazo. En el resto del país aplican distintas causales, como la de violación que aplica apara todo México.
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) dijo en un comunicado que el caso de Évelyn es “un ejemplo aterrador” de la “ley retrógrada contra el aborto” en El Salvador.
“La ley contra el aborto en El Salvador no causa más que dolor y sufrimiento a innumerables mujeres y niñas y sus familias. Va en contra de los derechos humanos y no tiene lugar en el país, ni en ninguna parte”, opinó la directora en las Américas de AI, Érika Guevara Rosas.
Con información de Aristegui Noticias