¿Cuántas veces no hemos escuchado esa pregunta? ¿Y tú para cuándo te casas? ¿Y tú para cuándo tienes hijos? Esta última fue la que me hizo uno de mis amigos, a quien conozco desde hace más de 20 años, y quien me acababa de contar todos los problemas que tiene con la mamá de su hija porque o no lo dejan verla, o le piden más dinero, o se pone celosa porque él ya pudiera tener una nueva relación y pudiera estar “descuidando a su hija”.
Cuando le respondí “yo no quiero hijos” a su “¿y tú para cuándo?” mi amigo empezó a cuestionarme con lo siguiente: “¿Y quién te va a cuidar cuando seas grande?” “¿Quién te va a mantener?” “¿Te vas a sentir sola?” “¿Quién te va a acompañar?” “¿Qué herencia le vas a dejar a este mundo?” Yo me quedé absolutamente impactada con este tipo de preguntas y sus razones para tener hijos. De verdad no podía creer que mi amigo me estuviera diciendo que “debo tener hijos para no sentirme sola” really?
Así que muy mi amigo, pero sorry, tuve que responderle “¿Para tener broncas como tú que no te dejan ver a tu hija? Lo siento, pero los hijos no se tienen para que nos mantengan, ni para que nos hagan compañía. Tener un hijo es una decisión que debe ser tomada tras analizar todos los escenarios y ¿qué crees? a mi me gusta mi libertad y autonomía. Yo no necesito que un hijo “me mantenga”, por eso estoy trabajando en mi retiro” y las preguntas siguieron:
Amigo: “¿Y si cambias de parecer?”
Yo: “Si llegase a cambiar de parecer ¿qué crees? hay adopción, y tengo chingos de sobrinos a quienes puedo mimar. Tener un hijo para no sentirme sola es una tontería, los hijos no se tienen para eso, los hijos deben volar, ser autónomos, vivir sus propias experiencias, no estar atados a mi”.
Amigo: “¿Y por qué vas a ver a tus papás?”
Yo: “Pues porque quiero, ellos no me lo piden, como tampoco me piden dinero, ellos justamente me enseñaron a ser independiente».
Amigo: “¿Y qué harás a los 50 años?”
Yo: “Lo mismo que hago ahora, trabajar, leer, viajar, ver a mis amigos, a mi pareja, estudiar, etc.”.
Sentí tanto desconcierto con su manera de ver la vida y a los hijos, pero para nada movió en mi algo que me hiciera cambiar de parecer, al contrario, reforzó mis razones: los hijos deben ser deseados y planeados. Los hijos no deben tenerse pensando en no estar solos o que nos van a mantener. Tener un hijo es una gran decisión que no debe tomarse a la ligera.
Con información de Laura Herrera