Un tema controversial, pues en muchos lugares del mundo y para muchas personas el himen sigue siendo un “sello” de pureza en una mujer, de “virginidad”, una vara con la que se mide el valor de una mujer.
No se habla lo suficiente acerca de este tejido misterioso, lo cual lleva a tantos malentendidos (y hasta la creación de la industria de las operaciones de reconstrucción del himen).
¿Qué es el himen?
Contrario a lo que se cree, no es un tejido plano que cubre la totalidad de la apertura vaginal. Si fuera así, las mujeres que no hayan tenido penetración vaginal no tendrían como dejar salir la sangre menstrual de su cuerpo.
El himen es un tejido elástico irregular que puede tener diferentes formas, pero nunca cubre la totalidad de la entrada a la vagina. Es decir, no es una membrana cerrada (han habido raros casos en los que una niña nace con un himen sin agujeros, por lo que tienen que recurrir a procedimientos médicos para perforarlo y que pueda salir la sangre menstrual. Esto se conoce como himen imperforado).
Cada mujer tiene un himen diferente: hay algunos color rosado, otros ligeramente más transparentes, hay algunos más gruesos que pueden verse un poco blancos, algunos tienen formas irregulares, otros son un tejido que bordea la vagina, otros tienen forma de media luna, o como una pieza de rompecabezas, como ven, nunca es un sello que cubre completamente la entrada de la vagina. E incluso algunas mujeres nacen sin él.
¿Dónde está el himen?
Se encuentra en la entrada de la apertura vaginal, (¡mucho más externo de lo que se cree!). Tan externo, que se considera parte de la vulva, de los genitales externos. Algunas mujeres tienen el himen uno o dos centímetros hacia adentro, pasando la apertura vaginal.
¿Cómo se rompe el himen?
Más que romperse, deberíamos de saber que se ESTIRA. Al nacer, los agujeros (o el agujero) de nuestro himen es más pequeño, para permitir salir la sangre menstrual. Pero con el paso de los años se va haciendo más elástico, más delgado y su agujero (o agujeros) tiende a tener un mayor tamaño.
Contrario a lo que se cree, una mujer no solamente puede estirar el himen con penetración vaginal. Es común que se vaya estirando con diferentes actividades físicas, masturbación y auto exploración, golpes, etc.
¿Que quiere decir esto? Que nadie puede observar una vagina y asegurar si la persona ha tenido o no penetración vaginal, pues un himen estirado también puede ser resultado de otras causas como las mencionadas anteriormente.
(Aunque esto, sinceramente no debería ser un tema, pues cada mujer hace con su cuerpo lo que desee.)
Esto también quiere decir que la experiencia de sentir que el himen se estira es muy individual. Hay quien no siente dolor, y aquellas con un himen más grueso pueden llegar a sentir algo de ardor o dolor. A veces puede haber un ligero sangrado (donde algunos vasos sanguíneos se rompen), pero no siempre. Esto también desmiente la idea de que una mujer virgen debe siempre sangrar tras su primera relación sexual.
¿Qué sucede con los tampones y copas menstruales?
La mayoría de las mujeres, al insertar tampones o copas menstruales estiramos ligeramente nuestro himen. Pero qué tanto se estira o no realmente depende de la forma de nuestro himen.
Pero…
¡No pierdes tu himen! ¡no desaparece! ¡será parte de tu cuerpo toda la vida! Se estira, y puede ser que sea menos visible, pero siempre queda rastro de ese tejido en la entrada de la vagina. Generalmente tras las relaciones sexuales y partos vaginales el himen se repliega y se suaviza haciéndose menos visible. Pero sigue ahí.
¿Entonces de qué sirve? ¿Cuál es su propósito?
Sepamos que no somos las únicas hembras con himen. En muchos mamíferos es reabsorbido in útero (es decir, mientras el animal sigue en gestación). Sin embargo, otras tantas hembras nacen con himen: ocurre en yeguas, ballenas, elefantes, chimpancés y otros animales.
Su propósito no está muy claro aún. Se cree que este tejido es un vestigio del desarrollo de nuestra vagina en la etapa fetal, una consecuencia del complejo desarrollo embriológico del sistema reproductor femenino. Algunos postulan que el himen ofrece una protección a la vagina, evitando la entrada de gérmenes y microbios, promoviendo la fertilidad.
Aunque no hay un consenso general respecto a esto, las últimas teorías apuntan a que el humano, siendo más frágil en sus primeros años que otros animales, tienen himen para entregar extra protección e higiene a la vagina durante estos primeros años.
¿Qué podemos concluir?
Que es hora de que conozcamos mejor nuestros cuerpos. Hemos crecido con tanta desinformación y mentiras. No podemos seguir pasando estas mentiras a las nuevas mujeres. El tema del himen causa tanto sufrimiento y violencia a millones de mujeres alrededor del mundo, midiendo el valor de una mujer en base a un tejido tan flexible como debería ser nuestra libertad sexual. Rompamos ahora la cadena de dolor.
Conozcámonos, empoderémonos.
Con información de Jardín en la luna.