Me puse el implante subdérmico en Marie Stopes, y literalmente cambió mi vida. Fue curioso porque desde que agendé la cita, hasta antes de que me lo colocaran estaba muy preocupada, no estaba segura de que funcionara o de que estuviera bien, pero una vez que lo tuve en mi brazo y fueron pasando las semanas, mis preocupaciones se fueron, de verdad que es una maravilla.
Fui a la clínica, la enfermera me dijo que no me preocupara, que todo iba a estar bien. Después de responder mis dudas, todo duró menos de 15 minutos. Me puso anestesia (esa sí dolió un poco), lo colocó, me dio indicaciones para la próxima semana y listo.
“No te lo pongas porque engorda”, “A mi me arruinó la vida, me creó una ansiedad horrible”, “Arruinó mi relación porque mi humor cambiaba cada minuto“, “¿De que te sirve que te proteja de un embarazo si menstrúas diario y no puedes tener relaciones?”, “Era horrible, nunca sabía si estaba embarazada o sólo me sentía mal por las hormonas”, “Se te hace un moretón horrible y menstrúas seguido por 4 meses”. Híjole, si escribiera todo lo que me dijeron mis amigas, mis conocidas y lo que leí en internet, no acabaría. Y ahora que escribo todas estas frases, la verdad es que me sorprendo de cómo me convencí para ponérmelo. Hay demasiados mitos y miedos alrededor de los anticonceptivos de largo plazo, pero pensé “Me lo voy a poner, y si me cae mal, me lo quito. ¿Cuál es el problema? No pierdo nada intentando.”
Investigué mucho, leí historias horrendas pero también hay muchas sobre cómo no solo les había funcionado súper bien, sino que les había cambiado la vida. Lo que más me convenció es que mi perfil era parecido al de las historias con buen resultado.
Yo tomé pastillas anticonceptivas por más de 1 año y la pasé perfecto, las hormonas no me cambiaron nada. Con el implante lloro demasiado, igual que siempre; me enojo a veces, igual que siempre; peso básicamente lo mismo que siempre; me da hambre igual que siempre (aunque algunas veces tengo antojos, pero no puedo asegurar que sean por el implante).
Lo único que no es como antes son dos cosas: la primera es que no menstrúo igual. Llevo 6 meses con él y me ha bajado 3 veces nada más. La cantidad es menor, el dolor es menor y la duración es menor. Yo nunca estuve peleada con mi menstruación, pero digamos que si es algo que deja de llegar cada mes, no es como que la extrañas mucho.
La segunda y la más importante es que dejé de preocuparme por saber si estaba embarazada o no, ¡Y es tan liberador!
Disfrutas más el momento y disfrutas más tu cuerpo. Te sientes mejor contigo misma, con más confianza. Tal vez suene cursi, pero es una sensación constante de empoderamiento muy bonito.
Sé que el que a mi me haya ido muy bien con el implante no significa que a todas las vaya a ir bien. Todos los cuerpos son diferentes, pero mi recomendación para todas es ¡pruébalo!. No pierdes nada intentando. Si no te gusta, te lo quitas y pruebas otro método.
Estoy convencida de que las personas debemos de hacernos cargo de nuestras responsabilidades sexuales al tener una vida sexual activa, después de todo, ¿no estamos luchando por “hijos por elección, no por azar”?
Con información y experiencia de Emilia.