A continuación Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana, nos comparte la experiencia en maternidad que llevan solas muchas mujeres. Si tú aún no estás lista para ser madre, puedes acercarte a Marie Stopes por un método anticonceptivo de largo plazo.
Sí, acaba de pasar el 10 de mayo. Todo se pinta de color rosa, hay flores, sonrisas y miles de tarjetas y canciones de agradecimiento. “Mamá que da todo por ti”. “Mamá que te cuida día y noche”. “Mamá que nunca descansa”. “Mamá, mami, mamaaaaá y mamita” se escucha por todos lados.
Pues sí, mamá hace todo y eso la vuelve experta. “Mamá sabe cuándo su hijo tiene algo”, dicen. Por supuesto, ella es siempre la que observa que no come bien, que está durmiendo de más, y es la que entra con el pediatra, pregunta por el mejor tratamiento, le da la medicina, le toma la temperatura, lo ayuda a sanar y un largo etcétera. ¡¡Claro!!, al paso de los años y de los hijos se vuelve la enfemera-doctora-curadora experta ¡¡¿Y papá?!!
No hay mejor ejemplo de mamá enfermera-doctora-curadora que mi vecina. July tiene una hija especial, que siempre ha necesitado tratamientos, cirugías, medicamentos, terapias y todo lo que se requiera para su hija menor que vive con una condición que no es curable. Siempre veo a July de arriba para abajo.
Una noche, en el estacionamiento del condominio, la vi con su hija mayor y la menor —que es la nena especial— venían del doctor. “Ya no puedo más Lupita” “¿Qué tiene la niña?”, pregunté. “Ella una gripa, pero no sabe sonarse, entonces necesito sacarle los mocos, pero ya estoy muy cansada, no he dormido bien las últimas 4 semanas, porque comienza a toser y vomita, luego se espanta y llora más, produce más y más mocos. Tengo que darle sus medicamentos y si no se los doy yo nadie lo hace, yo la sueno, la cambio de pañal, la baño y hago todo por ella”.
“¿Por qué no le pides ayuda a tu esposo?”, le pregunté. “Bah, nunca lo hace. Siempre se la pido y termino haciendo yo las cosas porque se equivoca, o me pregunta y pregunta y pregunta y vuelve a preguntar lo mismo siempre”, respondió. La abracé y se fue entre llanto, con ojeras, con los labios secos y con tristeza.
“Mamá es la mejor cocinera”, dicen. Claro si prepara desayuno, comida, cena y lunch todos los días por años y años, cocina los guisados favoritos, las galletas para las misses, los pasteles para niños intolerantes a la lactosa, al huevo, a las nueces y un largo etcétera. ¡¡¿Y papá?!!
“Mamá es la mejor modista/costurera/diseñadora de modas”, dicen. Sin dudarlo, la mamá arregla la ropa de sus hijos, pero también los uniformes, los disfraces y todo lo que los niños necesiten de ropa. Remienda, pone parches, crea combinaciones, pide prestado, renta o compra. ¡¡¿Y papá?!!
“Mamá es la mejor terapeuta”, afirman. Por supuesto, mamá abraza a sus hijos, les muestra su cariño, da apapachos, caricias, besos, los lleva a jugar, los pone a ver sus películas favoritas, les da consecuencias y reprimendas cada que se portan mal, los ayuda a confiar en sí mismos, los impulsa, los motiva… ¡¡¡¿Y papá?!!
“Mamá es la mejor maestra”, puntualizan. Sí, ella te ayuda con la tarea, te compra los libros, los forra, está al pendiente de los trabajos semanales, mensuales y semestrales. Refuerza los conocimientos aprendidos en la escuela. Revisa que tengas buena letra, que no copies, que no lleves los deberes académicos incompletos. ¡¡¿Y papá?!!
Mamá es la mejor conductora, la mejor amiga, la mejor pintora, la mejor panadera, la mejor estilista, la mejor organizadora de fiestas, la mejor tiende camas, la mejor lava muelas, la mejor barredora, la mejor lavadora, la mejor cambiadora, la mejor compra regalos, la mejor cómplice, la mejor compañera de viaje, la mejor saca mocos, la mejor cura heridas, la mejor limpia mesas, la mejor resuelve conflictos, la mejor exploradora, la mejor investigadora, la mejor doctora de mascotas, la mejor limpia vidrios, la mejor lava platos….. ¿o no?
Aunado a todo el trabajo que da la casa y los hijos. Mamá también tiene que trabajar fuera de su hogar y ser la mejor arquitecto, doctora, secretaria, asistente, ingeniero, químico, actriz, contadora, supervisora, dermatóloga y un largo etcétera.
Papás no sean conchudos, no esperen a que su esposa-novia-amante llegue a casa para cambiar el pañal, bañar a sus hijos, preparar la cena, o lavar los uniformes. La paternidad no es pagar colegiaturas y la renta, es también ocupar un papel privilegiado en la vida de los hijos.
Finalmente, recuerden hijos y papás que mamá se cansa, mamá se agota, mamá también se enfada, mamá también se enferma, mamá también se muere…
Con la información y experiencia de Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana.