Cuando se trata de sexualidad, maternidad y aborto los hombres y un número importante de mujeres dice: “si la mujer no quiere embarazarse que ‘cierre las piernas’”, “no debe abortar, eso le pasa por que ‘no cerró las piernas’», “por andar de caliente y ‘no cerrar las piernas’ se embarazó”, “hay mil métodos anticonceptivos para que no ‘abra las piernas’ a lo tonto”, “¿por qué grita? el trabajo de parto duele, ¿a poco así gritó ‘cuando abrió las piernas?’”.
Pues sí, no importa si es parto, aborto o sexo, las mujeres debemos tener cerradas las piernas, eso resuelve todos los problemas femeninos. ¿No? Lamento decirles que no, nada tiene que ver cerrar o abrir las piernas con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Así que dejen de decir esa terrible frase y mejor comiencen a abrir la mente y cerrar la boca, porque las mujeres tenemos derecho al placer sexual, así que vamos a seguir abriendo las piernas para recibir placer, porque es nuestro derecho, porque ello no significa que seamos malas, putas o cabronas. Los orgasmos también nos pertenecen y ese tema no está a discusión.
Otro dato, cuando el aborto se hace de forma legal, oportuna y profesional, no hay necesidad de ABRIR LAS PIERNAS, solo hay que abrir la boca y tragarse unas pastillas abortivas. En la ciudad de México, donde el aborto legal se realiza desde el año 2007 no se ha registrado un solo fallecimiento femenino por una interrupción legal del embarazo, puesto que no se abren las piernas, ni se masacra al producto, no, no corre sangre. ¡Eso solo pasa en los estados pobres, donde los abortos son ilegales y las muertes maternas están muy ligadas a ellos!
Por ejemplo, se registraron más 32 mil muertes maternas de mexicanas, en el periodo de 1990 a 2016, y de esa cifra más de 4 mil fallecimientos ocurrió en niñas y adolescentes, personas que no están preparadas para llevar un embarazo a término. Además, de esas más de 32 mil muertes, más de 2 mil fueron por abortos ilegales. ¿Estás pensando que se lo merecen?, ¿que esas mujeres deberían morir antes de pensar o buscar un aborto? ¿Con qué derecho? ¿Con qué calidad moral juzgas a una persona?
Ahora hablemos de las mamás que SÍ desean tener hijos: también las mujeres nos hemos quejado del maltrato gineco-obstrético durante la atención del parto o la cesárea. Ocurre más en el sector público que en el privado, allí enfermeras, camilleros, doctores, doctoras y cirujanos humillan a las mujeres en el momento más vulnerable. Algunas estadísticas del Instituto Nacional de Salud Pública indican que cerca de 80% de las gestantes han sido violentadas en las salas de parto.
Así que dejemos de reprimir a la mujer y a sus piernas, démosles la oportunidad de tener sexo si así lo desea, de abortar si lo necesita y de ser madre si quiere.
Por Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana.