Aquí van las 21 cosas más sexys del sexo. Paris Lees hizo una consulta en Facebook para recibir sugerencias y las respuestas iban desde: “El sexo sagrado en el que estableces un vínculo afectivo” hasta “Besarle el culo a tu pareja hasta que te ruegue que te la cojas”. Cerdos. “Hacer el amor” está muy bien y todo pero al final siempre nos jode. Esta lista es sobre los placeres de una pasión hecha y derecha. No incluyó las partes más sexy del sexo, que son, por supuesto, nuestra imaginación y el misterio de lo que está por venir. Es posible que no estén de acuerdo con su lista y, aunque ella hace su mejor esfuerzo por cogerse a todos los que puede, no logra reflejar la experiencia del deseo de cada persona, así que si tienen alguna sugerencia de lo que hace sexy al sexo, díganselo a través de su cuenta de Twitter @ParisLees

 

Antes de leer el texto, te recomendamos discreción pues podrías ser susceptible a las expresiones de Paris Lee, la autora.

 

También te recomendamos que en TODAS tus relaciones sexuales utilices condón para evitar el contagio de una ITS, o de sábanas de látex y también de un método anticonceptivo de largo plazo por si estás evitando un embarazo no planificado.

 

Las 21 cosas más sexys del sexo según Paris Lee

1. El aroma. Si no te gusta el aroma a sexo, no sé, tal vez no eres humano. El sexo huele… sexy.

 

2. Las medias. Como cuando tu amigo con derechos mete medias en tu boca y ata tus manos por detrás de tu espalda mientras te besa el culo como todo un campeón. Todos hacen eso, ¿no?

 

3. Cuando un güey se viene dentro de ti y deja su pene dentro y luego sientes cómo se pone duro otra vez y lo hacen de nuevo y se vuelve a venir sin sacarlo nunca. Eso no sólo es sexy, sino que así ya no hay que preocuparse por los pedos vaginales.

 

4. Apretar al chico mientras está dentro de ti. Es como si tu vagina o tu trasero estuvieran diciendo: “Te tengo, amigo”.

 

5. Hablando de eso, cuando lo mete. Se siente como si estuvieras sentada en una lata de aromatizante. Oh por dios. ¿Cómo que no está “todo dentro”?

 

6. Cuando te das cuenta de que tu amante en serio lo está disfrutando. Cuando gimen y es de verdad. Cuando un chico se ve como si todos sus cumpleaños se juntaran en un solo momento porque está aquí, contigo: Paris “sí soy yo y sí así soy en realidad” Lee, y cuando se viene, su semen sale como si se tratara de fuegos artificiales. Así es como ocurre en una sesión con Paris Lee.

 

7. El semen. El semen es genial. Creo que me gusta más cuando llega por sorpresa (chiste involuntario) como cuando te estás dando a un güey en una peda y entra un chico y le dices: “¡Ven y únete!” pero está tan excitado que cuando saca su verga termina viniéndose sobre los dos (en serio, a todos nos ha pasado), o como cuando te estás dando a un extraño en un cuarto oscuro y de pronto sientes cómo gotea algo tibio de entre tus piernas y escurre por tus muslos hasta llegar a tu minifalda de piel. Oye, ¡no me dijiste que estabas tan cerca! ¡y tan caliente!

 

8. La ropa interior. Llámenme anticuada si quieren, pero en serio, no creo que haga ningún daño si usamos un poco de lencería, champaña y mucho ya saben qué para hacerlo un poco más atrevido. Es un clásico, ¿no?

 

9. Cogerse a unos tipos raros. Como esa clase de personas que no querrías presentarle a tus amigos. Algunas de mis mejores cogidas que me dejan temblando las piernas han sido de esas que pasan sólo una vez y con pervertidos panzones que usan playeras sucias de los 90. Cuando no te importa lo que piensen, puedes dejarte llevar y hacer lo que quieras. Aunque es mejor pedirles que dupliquen la cantidad de condones.

 

10. Usar todos los fluidos sexuales para tener un orgasmo otra vez. Carajo, eso es muy rico.

 

11. Verte a ti misma al espejo siendo una chica mala. En realidad siento que un trío se desperdicia si la persona en medio no logra ver cómo luce, porque se ve muy sexy.

 

12. Decir obscenidades. Estoy de acuerdo, se requiere mucho valor y una verdadera pasión para lograrlo, pero ¿qué eres?, ¿eres un cobarde o eres cabrón? Eres un cabrón, así que llámame zorra y dime que te la chupe.

 

13. Cuando se han estado besando y toqueteando por un buen rato y ya estás muy mojada allá abajo y miras a tu pareja con una sensación de urgencia y le pides que te arranque las pantis. En ese punto, ellos saben que de verdad ya quieres y allá van tus pantis, justo después de tus tobillos, mientras la zona excitada entre tus piernas palpita por la emoción. Sabes que esas manos ya se acercan.

 

14. Ver a los ojos del chico cuando está a punto de venirse y observar cómo se dilatan sus pupilas. Es algo hermoso.

 

15. Escuchar a tus vecinos hacerlo. Eso es algo que me excita. Y digan lo que quieran, pero yo sé que si alguien necesitaba una buena cogida eran esos dos miserables hijos de puta que viven al lado.

 

16. El sudor. Si alguien te parece lo suficientemente atractivo como para tener sexo con esa persona, es necesario que toleres su sudor. Así como él el tuyo. En serio, encanto, esto no es una práctica de coro. Es sexo. Y si está bien hecho, hay sudor.

 

17. Estar mojado. Ya seas hombre o mujer. Es muy sexy cuando tu pareja empieza a escurrir. Si te dan mucho asco los fluidos corporales, es mi deber preguntar, ¿por qué estás teniendo sexo? El sexo es jugoso. El buen sexo es aún más jugoso. Si quieres saber si él de verdad te ama, olvídate de sus besos, vas a saberlo con su líquido preseminal. Aunque también los besos son sexys. Todo lo es, supongo.

 

18. Hacerlo de perrito. Es muy sexy cuando sólo quieres que te cojan como a un animal —digamos, un perro— además de la ventaja de que así tus manos y tu boca están libres por si sus amigos necesitan atención simultanea.

 

19. El “maltrato”, es decir, cuando un hombre con manos grandes y fuertes y brazos venosos te agarra. ¡Ahórcame! ¡Jala mi cabello! ¡No puedo evitarlo!

 

20. “Meter la lengua en la vagina”. Yo opino que es una fuente interminable de placer. No importa si eres homosexual, heterosexual o capricornio, el sexo oral es magnífico. Las lenguas húmedas y tibias se hicieron para los clítoris húmedos y tibios.

 

21. Darse la vuelta y sentir su pene otra vez.

 

Con información de Vice

 

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