Una tarde del mes de agosto pasado, Miriam, de 13 años, fue violada por su padrastro, quien la amenazó para que no dijera nada.

La menor empezó a dejar de comer y poco a poco su salud fue afectándose a tal grado que la mamá la veía mal y con un comportamiento extraño. Pero la menor no decía nada. La falta de cambió hizo que su madre la llevara a un médico en septiembre, casi un mes después de la violación.

El médico, luego de revisarla, le dijo a la señora que la niña estaba embarazada, lo que fue un sobresalto para la madre, quien en el primer momento se sentó a platicar con ella, para que le dijera quién la había embarazado.

Miriam, con lágrimas en los ojos, le contó a su mamá lo sucedido, incluyendo la amenaza que el varón le realizó. Su madre, solicitó el apoyo legal a través de «Sí hay Mujeres en Durango» y decidió presentar, a finales de octubre, la denuncia de violación en el Ministerio Público que está en el DIF Estatal. Ahí mismo solicitó ayuda a la procuraduría de la Defensa del Menor.

Sin embargo las autoridades no actuaron nunca, según el relato.

A principios de octubre Miriam le dijo a su madre que no quiere «lo que trae en su pancita», por lo que la mujer solicitó el apoyo del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) para que le ayuden. De inmediato, por la premura del tiempo, se solicitó a la Secretaría de Salud de Durango la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) que de acuerdo a la Gey General de Víctimas y a la NOM 046 ya es legal y se puede practicar cuando el mismo es producto de una violación.

En la Secretaría de Salud les dan largas con prácticas dilatorias, con el único objetivo de que el embarazo llegue a las 12 semanas y ya no se pueda practicarlo.

Ante esta negativa a actuar con emergencia, GIRE busca ayuda y se llevan a Miriam a la Ciudad de México, en donde se le practicó el aborto legal.

A casi seis meses de la denuncia puesta por violación, es hora de que la Fiscalía no ha podido integrar la carpeta de investigación contra el responsable. El padrastro al enterarse de la denuncia huyó del estado.

Aileen, de 14 años, quedó embarazada de su novio de 19

Aileen quedó embarazada de su novio de 19 años de edad. No hubo violación, a decir de la misma menor, porque ambos estaban enamorados.

Cuando ella se da cuenta de que está embarazada se lo platicó a su novio, quien de entrada le dijo que estaría con ella y que le daría el apellido al bebé.

La madre de Aileen poco a poco se empieza a dar cuenta que la menor se está comportando extraña y un día decide llevársela al médico, en donde le confirma la noticia del embarazo.

No hubo regaños a la menor porque ella aseguró a su madre que su novio la respaldaría por lo que su mamá fue cómplice en las siguientes semanas para poder informarle al padre de Aileen del embarazo.

Para cuando se le platicó al padre que su hija estaba embarazada, el novio de la menor ya no acudía a verla y se fue alejando poco a poco.

A los cinco meses de embarazo el novio de Aileen decide ingresar de soldado y se alejó por completo: los padres del joven, aunque supieron que su hijo había embrazado a su pequeña novia, no han querido reconocer la paternidad.

Aileen cumplió en este mes de marzo siete meses de embarazo, tuvo que dejar la secundaria y decidió mejor continuar la misma pero en la modalidad abierta.

Ella ingresó al grupo «Abrazos de Vida» de la Presidencia Municipal de Durango donde le enseñan algún oficio para que pueda hacerle frente a la vida, le dan apoyo terapéutico, psicológico y médico para que el bebé y ella estén sanos.

Reconoce la menor que no esperaba que su novio la dejara sola, pero dice que con justo traerá a su bebé al mundo al fin que sus padres ya le dijeron que la van a ayudar para que ella retorne a la escuela en agosto de este año y logre terminar la educación medio superior porque busca ingresar más adelante a la Policía Estatal.

Renata, de 21 años, fue violada en el interior de un bar

Renata fue víctima de violación sexual en un bar. Sin embargo, tras el hecho, no tomó pastillas de anticoncepción de emergencia, porque ella usaba un dispositivo para evitar un embarazo.

Sin embargo, tras percatarse del retraso de su periodo, se practicó una prueba de sangre para saber si estaba embarazada. El resultado fue positivo.

Intentó abortar a través de medicamentos, pero no pudo y cuando se dio cuenta, ya tenía cuatro semanas de embarazo.

Buscó la asesoría legal en «Sí hay Mujeres en Durango» para solicitarle el ingreso al ILE.

Se presentó la solicitud ante la Secretaría de Salud del Estado a principios del año pasado con fundamento en la Ley General de Víctimas y en la NOM 046 y la respuesta de la Secretaría de Salud fue ponerle una camioneta a disposición de la joven para que acudiera a la ciudad de México y solicitara la ILE en aquella ciudad.

LE NIEGAN EN SALUD LA ILE QUE POR LEY PUEDE SOLICITAR

La joven no quería salir de Durango por diversos motivos, así que se solicitó la respuesta por escrito a la Secretaría de Salud . Y la misma dependencia les informó días después que practicaría el ILE pero le estuvieron pidiendo varios trámites burocráticos con el fin de retrasar el aborto y que se llegaran las 12 semanas de embarazo para ya no practicarlo.

Ante la insistencia con términos legales para que la SSD actuara pronto, las autoridades de salud le señalan que el trámite fue rechazado y que no se practicará la ILE.

Ante esto y con las semanas de embarazo avanzando se solicitó el apoyo a GIRE y ésta agrupación ayudó para que se realizara la ILE en la ciudad de México con éxito.

Amy, de 16 años, con el embarazo perdió su libertad

Ella se embarazó de su pareja de 22 años por amor, dijo que fue consciente de lo que hicieron ambos. Decirle a su madre que estaba embarazada fue lo complicado, pero una vez que lo supo fue su cómplice los primeros meses.

Amy reconoce que a pesar del apoyo incondicional de su madre, se dio cuenta que la decepcionó porque esperaba mucho de ella en la escuela, misma que tuvo que abandonar por el embarazo.

Lo más doloroso, reconoce Amy, no ha sido el embarazo, sino el tener que cortar su libertad: ya no pudo vivir su juventud como ella quería, incluso reconoce que el matrimonio no ha sido lo que ella esperaba, que la dulzura que se vive de novios no es la misma ya de casados y ella cree que ha perdido más.

Pidió integrarse al grupo «Abrazos de Vida» donde le brindan ayuda psicológica, terapéutica y la están dando clases para que pueda desempeñar un oficio más adelante.

Le están enseñando todo lo relacionado con la belleza, desde el corte de cabello hasta el maquillaje y arreglo de uñas, pero señala que no piensa poner un negocio propio porque no tiene recursos para instalarlo, pero no duda poder ingresar a una de las cadenas que ya existen de belleza a nivel local.

Aunque no se arrepiente de su bebé, Amy añora mucho su etapa de juventud, su libertad, el poder salir a pasear y divertirse con sus amigas, ya no lo puede hacer ni lo hará por mucho tiempo porque tiene que atender su bebé y a su marido.

 

Con información de El Siglo de Durango

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